por: María Mansur

En los últimos días, el mundo de la moda se ha visto abrumado por varias noticias trascendentales, que desembocan en muchos rumores del ¿por qué? y el ¿cómo?, una de estas importantes noticias es sobre la sorpresiva salida de Alessandro Michele como director creativo de Gucci, uno de los directores más exitosos y electrizantes que ha tenido la marca en estos últimos años.

La abrupta salida del diseñador, que género en el 2017 la increíble cifra de 6.200 millones de euros, producidos a toda máquina, lo que significa que la marca duplicó sus ingresos en apenas un año y esto colocó a Alessandro en la mira no nada más de la esfera creativa y del mundo del diseño, si no también lo puso en el radar de las más altas élites financieras y del fashion business.

Alessandro vino a sacudir el presente, perfeccionar el futuro e incluso rescatar el pasado de la marca florentina. Y vaya que lo hizo, Alessandro desdibujó el clásico desfile femenino o masculino y dio brecha a un diseño sin paradigma y con elementos ultra estéticos, un diseño que totalmente empata con los valores y las formas del siglo XXI, prácticamente lo que hizo Alessandro fue crear un nuevo patrón para el hombre y la mujer de este nuevo siglo, lo que impactó positivamente en la marca y en el crecimiento que tuvo gracias a la visión de Michele.

La dirección de la marca es incierta después de casi ocho años de contar con la visión del diseñador romano, más sin embargo todas las especulaciones apuntan a que Alessandro sentía muchas presiones empresariales que comprometían su visión y el desarrollo creativo de la marca, los números y el diseño no se estaban llevando bien, el público consumidor cada día más agresivo y menos fiel, dispuesto a señalar a las marcas en la primer discordancia entre los valores que comparten y además sumándole la situación tan compleja originada por la clausura del mercado  asiático provocada por la pandemia del Covid-19, tensaron la relación entre los intereses empresariales del conglomerado francés Kering y el diseñador, provocando esta desafortunada salida.

Para los amantes de la moda Alessandro Michele marca un antes y un después en Gucci, gracias a la gran conexión intelectual con la que cuenta el diseñador, sin duda alguna, podemos decir que Michele le concedió a la marca un nuevo aire vanguardista y  narrativas elocuentes lo cual le permitió a Gucci acercarse a los nuevos valores inclusivos tan importantes para las nuevas generaciones y nos enseñó de una manera artística e hipnotizante el renacer de un clásico italiano.